LAS CIUDADES TRAS EL CALENTAMIENTO GLOBAL

(imagen vía Vanity Fair)

Estas imágenes muestran como seria nuestro mundo tras los efectos del calentamiento global. Un nuevo mundo sumergido en mares y océanos, unas Nuevas Venecias, un mundo Veneciano. Las aguas de los océanos subirían varios metros que tras el derretimiento de los polos, según los especialistas mas conservadores estos subirían unos 3 metros, mientras tanto el resto no es tan “optimista”.

(imagen vía Diesel)

Esta imagen corresponde a la campaña publicitaria creada hace algún tiempo por la empresa Diesel, en que muestra una mirada algo condescendiente sobre el calentamiento global, como si este fuese prácticamente inevitable. Esto que para algunos podría ser aterrador por otra parte es una imagen increíblemente seductora (y no lo digo por la escena de la pareja). El mensaje: no importa lo que suceda con este mundo mientras tengas buen cuerpo y vistas de Diesel.

De vez en cuando el cine se encarga de convertir en imagen las catástrofes que estén de moda. Esto ya sucedió a mediados de los 90’s cuando todo era invasión marciana con abducciones incluidas como Marcianos al Ataque (1996) y El Día de la Independencia (1996); luego fue el turno de los meteoritos que se dirigían directamente al planeta, ahí aparecieron Armageddon (1998) e Impacto Profundo (1998); y es ahora, en pleno siglo XXI en que las visiones apocalípticas están de la mano del Calentamiento Global. Esta imagen algo distinta a las anteriores proviene de la película El día después de mañana (2004) en donde el cambio climático afecta las corrientes marinas provocando que ciudades como New York queden literalmente enterradas sobre capas y capas de nieve.

¿A caso el ser humano tendría que evolucionar y convertirse en un animal acuático? ¿Nos saldrían escamas y branquias? ¿O tendríamos que involucionar hacia una gruesa piel cubierta de pelo? Por lo menos Darwin diría que si. Ya en 1942 Max Westenhofer sugirió la hipótesis del simio acuático, es decir, que los primeros homínidos evolicionaron en ambientes semi-acuáticos. Sin embargo esta fue dada más a conocer en 1960, por el biólogo marino Sir Alister Hardy, cuando aún no existía toda la información recopilada actualmente sobre la evolución humana; la cual llevaría a postular su origen selvático.

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