Guatemala ha enfrentado los últimos días las fuertes lluvias que ha dejado la tormenta Ágatha. Esto ha ocasionado un impresionante socavón de unos 60 metros de profundidad y 40 metros de diámetro, que se tragó tres edificios y a dos personas hasta sus profundidades. Según han señalado los geólogos, este se ha provocado probablemente por un fenómeno de erosión kárstica, es decir, como consecuencia de las corrientes subterráneas de agua que horadan la piedra caliza y terminan por provocar un derrumbe masivo. Agujeros como este se forman en lugares en los que el subsuelo es rico en calizas, sales y otras rocas solubles y que por lo tanto se disuelven fácilmente en el agua.
Ya el año 2007 Guatemala había sido victima del mismo fenómeno pero en otra zona diferente. Este socavón alcanzaba los 100 metros de profundidad y se trag{o una docena de casas y mató a tres personas.
Esta presunta casualidad se debe a que simplemente se halla en una zona propensa a este tipo de hundimientos, que son los mismos que dan lugar a los conocidos cenotes de otras partes de América.
Mientras que en otros lugares estos agujeros se abren gradualmente, a medida que el subsuelo se va erosionando por la humedad, el de Guatemala pertenece a la categoría más peligrosa, los que se abren de forma súbita y sin previo aviso.
Se conocen casos de agujeros de este tipo que se han tragado súbitamente coches, casas y que han llegado incluso a desecar lagos enteros en cuestión de minutos. Fue el caso, por ejemplo, del lago Jackson, en Florida, de 16 km cuadrados y que desapareció sin dejar rastro en septiembre de 1999, tragado por completo por un agujero de 15 metros de profundidad. Mucho menor del que muestran la imagen y el vídeo que acompañan estas líneas.
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