miércoles, 11 de agosto de 2010

EL CINTURON VERDE ALEMAN

La frontera interior alemana que alguna vez dividió el país en dos fue una selva enredada de alambre de púas, minas, trampas y patrullas militares, pero también, sin pretenderlo, fue también una especie de santuario para la fauna en su estado salvaje.


Cuando el Muro de Berlín cayó a finales de los ochenta, dejó al descubierto un gran Cinturón Verde de 1400 kilómetros de largo libre de presencia humana por décadas. Los ecologistas alemanes lucharon para proteger esta larga línea larga como un Cinturón Verde, conectándolo con el cinturón verde más grande de Europa que es la Cortina de Hierro que abarca desde el norte de Finlandia hasta el sur del Adriático.

Hasta ahora el Cinturón Verde Alemán ha tenido muy poca protección legal. Actualmente, sólo un tercio del pasillo natural es designado como Area de Conservación de la Naturaleza, pero esto pronto podría aumentar.

Este paisaje libre de presencia humana posee entre 60 a 200 metros de ancho, que favorece las condiciones ideales para la prosperidad de la flora y fauna. Hasta 600 especie en vías de extinción, incluyendo la cigüeña negra, han prosperado en este terreno insólito.



Lo que ha hecho este pasillo verde notable es el bloqueo de más de 100 tipos de biotopes, incluyendo bosques, pantanos y prados. En otros lugares estos ecosistemas se ven reducidos debido al impacto que genera la extensión humana y urbana, cosa que en este lugar no ha acontecido en décadas. En Europa tú no podrías encontrar este tipo de sitios.

Esto es lo que podríamos llamar un gran efecto de magia geopolítica. Los miles de kilómetros de paisajes de seguridad nacional disueltos y transformados fortuitamente
sobre el curso de unos años en una verdadera reserva de vida salvaje.


Supongamos que los miles de kilómetros de cicatrices serpenteantes de fronteras militares fuesen rehechas y transformadas en el proyecto de parques conectados más largo del mundo. Imaginemos en gran parque global donde cada región diseña su propio pasillo de Jardín del Edén. Las comunidades locales fronterizas los mantendrían. Los dignatarios de todo el mundo los aclamarían como un acto de acuerdo internacional. Los ecologistas los venerarían como un gran sueño botánico postmilitarizado. Las comunidades hippies lo aclamarían como una batalla ganada por medio de las flores. La frontera sería convertida en la geografía de un refugio dispersado global ecológico. Cosiendo las fronteras nacionales con naturaleza ayudarían a desovar la política de conservación innovadora, permitiendo el surgir de nuevas especies, y el resurgimiento de las viejas.

2 comentarios:

  1. que gran país Alemania, renació de las cenizas sola y con el mundo en su contra después de la II guerra mundial, nunca se olvidó de la Alemania Oriental, sufrió por años esa salvajada y la recibió feliz cuando caída del muro, deben saber que esto sucedió porque la Alemania Oriental ya no podía sustentarse al punto de que el gobierno de Alemania occidental le compraba gente a la Alemania Oriental y así este loco Walter Ulbricht podía paliar un poco sus necesidades. Hoy y cada día que pasa Alemania es y seguirá siendo un gran país, ojala no vuelvan a aparecer mas locos por ahí, el comunismo y gobiernos dictadores como el de Hittler y muchos otros en la actualidad, son realmente la muerte física e intelectual de un pueblo

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  2. EL COMENTARIO 1 ES JUSTO Y VERDADERO , QUE PUEBLO EL DE ALEMANIA . patriota sufrido noble, ....cuanto esfuerzo por tener gobernantes como ese hitler loco suicida mal isimo .... Y ALEMANIA surgio de las cenizas porque esa es la idiosincracia de la raza , pueblo noble ,trabajador dignos de ser imitados y todos quieren lo mismo no como Argentina Dios le dio mucho y el hombre poco y nada ,lo unico que desea es pan y circo

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